El dirigente de la UCR también se refirió a la decisión de prohibir el lenguaje inclusivo. "No creo que prohibir sea la mejor manera de educar", afirmó,
El diputado nacional de Juntos por el Cambio Facundo Manes le apuntó al PRO en la ciudad de Buenos Aires al remarcar que “en los 14 años de gestión se bajó el presupuesto educativo”.
Manes indicó que “entre 2011 y 2020 cayó 14 por ciento en términos reales descontada la educación”.
En declaraciones al programa “Si Pasa Pasa”, que conduce Ignacio Ortelli por Radio Rivadavia, el dirigente radical afirmó que “la educación en el país es un desastre, pero la ciudad de Buenos Aires no es una excepción”.
En ese sentido, agregó que “el peso del Ministerio de Educación en el presupuesto del gobierno porteño se redujo del 23,8 por ciento al 18,5 por ciento en el mismo período”.
“En 14 años de gestión del PRO con uno de los presupuestos mas grandes de América Latina, comparable con el de San Pablo y la calidad educativa es inferior al promedio de Chile”, precisó el diputado nacional.
También se refirió a la decisión de prohibir el lenguaje inclusivo: “Ese debate no va a lo importante. No creo que prohibir sea la mejor manera de educar”.
Además, se lamentó porque se está “viviendo una tragedia educativa y hay problemas educativos gravísimos”, al tiempo que agregó: “La economía del Siglo XXI es la educación”.
Al ser consultado por la situación que atraviesa la Argentina, Manes planteó que “es uno de los pocos países sin guerra que involuciona” y señaló que “hay mucha gente que tiene trabajo y es pobre”.
“Tengo 53 años y 22 los viví en contracción económica”, precisó el diputado nacional de Juntos por el Cambio.
Asimismo, aseguró que “hay que hacer un cambio de calidad colectiva”, ya que de lo contrario “no hay política económica ni política que sea viable”.
Con respecto a los planes sociales, Manes destacó que “la mayoría de la gente no quiere planes, quiere trabajo”.
Se ha llegado a un lugar donde el Estado Argentino ha tercerizado el manejo de los planes. Hay que hacer una política en serio para transformar los planes en trabajo”, consideró.
Otro de los aspectos a los que le dio importancia para dar vuelta la situación del país fue a la esperanza: “Convertir la tristeza y frustración en esperanza es el mayor desafío del liderazgo porque es la base incluso de la economía”.
“Justamente por la falta de confianza es que el riesgo país de la Argentina es similar al de un país en guerra como Ucrania”, comparó.
Por último, afirmó que “llegó el momento de pensar e imaginar un nuevo país” y añadió que “hay que encarar a lo moderno, el progreso y el desarrollo del siglo XXI”.